Foto por Ginebra Siddal
“Meterse en la obra de Zulueta es meterse en su vida”
Contaminarse, como decía la canción, hibridarse, enriquecerse… las distintas formas de expresión artística ya no tienen límites ni definición que las encorsete, como si de un crossover se tratara, artistas de distintas razas cruzan su genio, incluso en el tiempo y de ese revolutum bebe SACO.
En la oferta que nos hace SACO este año se encuentra el concierto/proyección Plena Pausa que firma J de Los Planetas. Se trata de un encargo propuesto por la Filmoteca Española para musicalizar el fondo fílmico personal del director vasco Iván Zulueta que incluye documentos, dibujos, polaroids y más de cinco horas de cintas, tanto sus propios cortos como imagines íntimas grabadas por miembros de su familia. El resultado son un puñado de canciones que se convertirán en vinilo en abril de este año y de las que ya hay avance en un sencillo publicado por la compañía El Ejército Rojo: Natalia dice y Arrebato (un buen día para Iván). Es una historia de intimidad compartida que nos cuenta el propio J.
Comencemos por el principio, ¿Cuál fue tu primer pensamiento cuando Josetxo Cerdán, el director de la Filmoteca, te lanza este reto?
En principio me pareció una idea muy atractiva, muy excitante porque me permitía sumergirme en las películas que había hecho Iván Zulueta antes de hacer Arrebato, que es una de mis películas favoritas, y sumergirme en ese universo del que habla precisamente la película Arrebato, esas películas que había estado rodando con espíritu experimental en los años anteriores.
Me imagino que estas cosas inesperadas son pequeños regalos que te da la vida porque te sacan de tu ruta.
¡Sí, sí, sí! ¡Algo inesperado que te atrapa! Te ves envuelto en una idea muy atractiva que te saca de otros proyectos que dejas de hacer para sumergirte en esto. Una obra trabajosa porque eran noventa minutos de imágenes y hacer música sobre eso fue bastante arduo.
"Tanto Zulueta como yo venimos de una corriente cultural bastante parecida que se puede situar con cierto origen en la Factory de Andy Warhol y en Lou Reed y la Velvet Underground"
Zulueta donostiarra, tú granadino… ¿fue como crear un agujero de gusano, plegar el espacio y unir dos mundos distintos? Claro que mundos resonantes porque compartís referencias culturales, formas de estar en el mundo.
Tanto Zulueta como yo venimos de una corriente cultural bastante parecida que se puede situar con cierto origen en la Factory de Andy Warhol y en Lou Reed y la Velvet Underground. A partir de ahí surge una contracultura que es un poco de donde venimos nosotros y otros muchos grupos de nuestra escena, igual que en el cine de Zulueta.
Imagino que el primer paso sería embadurnarte bien de todo el material que te entregaron, ¡más de cinco horas!
Sí, más de cinco horas de películas suyas y también familiares. Películas rodadas por los padres cuando ellos son pequeños… películas familiares de filmación caseras y más de cuatro horas de cortos filmados por Iván Zulueta.
¿Crees que ahora le conoces mejor o nunca pretendiste eso?
¡Hombre, es inevitable! Ahora le conozco mejor porque he estado estudiando su obra durante mucho tiempo y he estado muy metido en ella. Ha sido un privilegio y un placer entrar en los entresijos de un artista tan potente, ver sus motivaciones, lo que intenta conseguir, ver como lo construye detalle a detalle porque son obras que abarcan toda su vida con películas de los años cincuenta, dirigidas por Iván Zulueta cuando tiene apenas nueve o diez años.
Y ese Zulueta más íntimo ¿es muy diferente al personaje que ya conocías?
¡Uhm! ¡Bueno! Yo creo que la imagen que ha llegado a nosotros de Iván Zulueta es bastante parecida a la que cuenta en esas historias, son historias muy autobiográficas, igual que Arrebato lo es, y al final va llegando al mismo sitio. Meterse en la obra de Zulueta es meterse en su vida, he sido un voyeur de su vida, pero creo que eso es lo que él intentó: transmitir a través de las imágenes su propia concepción del mundo.
Imágenes pensadas por Iván y las caseras familiares… ¿unas reflejan las otras, entonces?
Sí, sí, sí. Viendo todo este material en continuo, Arrebato parece la finalización de esa obra, el resumen de toda esa obra que va haciendo a lo largo de toda su vida. Una obra muy autobiográfica en la que Zulueta se desdobla en los dos directores de cine que interpretan Will More y Eusebio Poncela y que ejemplifican un dilema que tiene entre el dedicarse al arte más serio a través del cine o hacer una trayectoria más profesional o más comercial.
¿Sobre cuantas piezas trabajaste de estas cinco horas? Tuviste que elegir, claro y eso me provoca una gran solidaridad porque es una ardua tarea, me temo.
Comencé viendo todas las películas conjuntamente e ir trabajando sobre ideas abstractas que me sugerían esas imágenes en general y luego ir seleccionando los cortos que mejor se adaptaban a esa idea musical o la idea general que intentábamos contar con ese línea biográfica, en el sentido de que cuento muchas cosas de Iván Zulueta, uno se pone en su piel.
"Iván Zulueta que lo que hace es ponerle imágenes a canciones de música pop y por eso se adaptaban mejor los cortos de menor duración"
¿Hay alguna pieza que se impuso sola?
Hay alguna que están más acabadas, que suelen ser las más largas, de quince, veinte minutos, esas están más terminadas de montar, se ve un resultado más preciso, más profesional, y estas son más interesantes, no solo son más largas y seguramente esas destacan, pero también me parecía que era más difícil ponerles música. Me pareció más sencillo acercarme al primer Iván Zulueta que lo que hace es ponerle imágenes a canciones de música pop y por eso se adaptaban mejor los cortos de menor duración, los que duraban tres minutos y medio, cuatro minutos y he trabajado más sobre ellos en general, aunque también he incluido alguna de las cintas más largas porque son muy potentes.
¿Supiste rápido a qué tenían que sonar, cuál era el sonido que las explicaba?
El ambiente sonoro al que me llevaban era muy claro desde el principio. Básicamente como una banda de rock and roll underground, algo que me interesa mucho a mi y que encaja directamente con sus imágenes, eso es lo que me transmiten, un rock and roll primitivo y underground, sencillo, pero con cualidades vanguardistas e intentando trascender el estilo artístico, el cine, la poesía, la literatura.
El resultado final, ¿son canciones o banda sonora? ¿Cuán pegadas van a las imágenes?
Son banda sonora en el sentido de que están pensadas para estas imágenes en concreto, pero son canciones con estructura de canción popular, de música pop.
Te lo pregunto porque… estos temas… ¿le cuentan a él o te cuentan a ti?
Un poco las dos cosas porque me parecía interesante jugar con ese ejercicio autobiográfico que me conecta con el artista y las cosas que tenemos en común, si te funciona bien creo que eso es un buen juego, por eso hablo de mi trayectoria con Los Planetas y trato de mezclar mis vivencias personales con acontecimientos que pueden ser interesantes.
Cuando se le pone música a un poema de alguna forma se le cambia el color ¿esto también sucede con las imágenes?
¡Seguro que sí! Una banda sonora y otra, sin duda, cambia el sentido de las imágenes porque la música es un instrumento muy poderoso para hacer eso. Así que este trabajo es solo mi interpretación personal sobre lo que yo entiendo en esas imágenes o las cosas que me trasmitió o como interactúan con mi vida o mi propia forma de entender el arte.
La música va a tener vida propia y serán editadas en vinilo.
Estamos barajando esta opción de sacarlo primero en vinilo, un formato que me interesa más porque está al margen de la distribución digital que está siendo realmente injusta y porque le da cierta pátina de underground que se relaciona muy bien con las películas, muy para ser vistas por la minoría, la vanguardia, por un grupo de gente… también se relaciona en ese sentido.
¿El resultado son veinte canciones?
Bueno, estamos trabajando sobre veinte canciones, pero no sé cuantas terminaremos, cuantas llegarán a buen puerto, pero sí, estamos trabajando para noventa minutos de imágenes que suponen unas veinte canciones, pero no sé si las terminaremos.
Y a Oviedo ¿qué vas a traer?
Lo mismo que hicimos para presentar el proyecto, alrededor de 75 minutos que son doce vídeos o algo así.
¿Tú como lo llamas proyección/concierto o concierto/proyección?
(risas) Nosotros lo hemos estado desarrollando para que la imagen tenga un protagonismo fundamental, la música está a su servicio y no tendría mucho sentido fuera de este contexto. Aunque también hemos intentado que las canciones tengan un valor en sí mismas.
¿Eres consciente de que te vas a convertir en altavoz de su trabajo y llevarlo a un nuevo público?
Encantado porque es un artista que merece ser conocido de forma masiva. Yo le considero uno de nuestros cineastas más importantes que ha de tener un reconocimiento popular por la propia calidad de su trabajo y colaborar en ello… ¡estamos encantados!
Por cierto, este es tu primer disco en solitario ¿te lo habías planteado ya o es el fruto de esta propuesta irrenunciable?
Es el fruto de esta propuesta irrenunciable porque era algo que tenía fecha límite al ser un encargo, y eso hizo que fuera difícil contar con otros músicos de Los Planetas con los que trabajo habitualmente y, además, es un proyecto que invita a la reflexión más personal, así que me puse a ello.
¿Crees que este trabajo te ha hecho más mayor, J?
(risas) Este trabajo y la vida y el paso del tiempo… pero, en realidad, lo que transmite la obra de Zulueta es una eterna juventud y mantenerte fiel, al menos es lo que me transmite a mí, mantenerte fiel a los propios principios y a las propias ideas y ser absolutamente drástico en tu independencia. Y eso que son películas que hizo cuando era muy joven, se retiró siendo muy joven y las películas siguen manteniendo una vigencia brutal, siguen siendo importantísimas y siempre transmitiendo esa energía de juventud, una persona muy vitalista y muy energética.